La Diputación Permanente del Congreso rechazó ayer, con los votos
del PP y CiU, todas las solicitudes de comparecencia presentadas
por la oposición que afectaban al presidente del Gobierno, José
María Aznar, y a seis de sus ministros, así como al Fiscal General
del Estado, Jesús Cardenal. Los distintos portavoces del grupo
popular en el debate, que se prolongó durante ocho horas,
utilizaron como argumento coincidente para oponerse a las
comparecencias el considerar que no se dan circunstancias
extraordinarias ni urgentes que las justifiquen, argumento con el
que coincidieron los nacionalistas catalanes.
IU y el Grupo Mixto pedían que, además de los ministros, fuera
el propio presidente del Gobierno quien compareciese ante la Cámara
para dar cuenta del «vacío y descoordinación de la acción del
Gobierno» que, a su juicio, se ha puesto de manifiesto en asuntos
como el del aceite de orujo, el brote de legionella o la situación
de Iberia. Respecto a este último asunto, se rechazó la
comparecencia del ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos,
cuya presencia en el Congreso solicitaba la oposición, que
coincidió en que los actuales problemas provienen de una «mala
privatización». José Segura, del PSOE, y Felipe Alcaraz, de IU,
fueron críticos, tanto con el sindicato de pilotos como con la
dirección de la compañía, y exigieron al Gobierno que asuma sus
responsabilidades políticas por no haber actuado con celeridad en
este asunto.
Por su parte, Vicente Martínez Pujalte, del PP, recordó que la
situación está normalizada, negó que en ningún momento haya habido
situación de «caos aeroportuario» y resaltó la actuación eficaz del
Gobierno ante el anuncio de la paralización de los vuelos. El
debate sobre la comparecencia de Jesús Cardenal reprodujo las
acusaciones de la oposición al Fiscal de haber actuado en función
de los intereses del Gobierno para evitar que el ministro de
Exteriores, Josep Piqué, sea citado como imputado ante el
Supremo.
Otro asunto de actualidad, la retirada del aceite de orujo de
oliva, fue también objeto de debate y, en ese sentido, el PP
defendió la actuación de la ministra de Sanidad, Celia Villalobos,
al adoptar esa medida, por tratarse de una decisión «necesaria»
para velar por la salud pública, y negó que actuara con
precipitación y sin coordinarse con Agricultura. También aquí con
el apoyo de CiU, el PP rechazó las comparecencias ante la Cámara
Baja de los ministros de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y
Sanidad, Celia Villalobos, solicitadas por la oposición para
responder de la «descoordinación» que a su juicio han demostrado en
este asunto. Villalobos tampoco tendrá que comparecer, como pedían
IU y el Grupo Mixto, en relación al brote de legionella de Murcia,
el más importante detectado nunca en España y en los países del
entorno.
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