José María Amusátegui (d.) junto a Emilio Botín en una fotografía tomada en marzo de 2000.

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El presidente del Santander Central Hispano, Jose María Amusátegui, comunicó ayer su decisión de renunciar a la copresidencia de la entidad, lo que convierte en presidente único del grupo a Emilio Botín, según fuentes de la entidad. Amusátegui, que debía finalizar su mandato el próximo mes de marzo, ha hecho pública su decisión en el seno del consejo de administración del banco reunido en Madrid, que ha acordado por unanimidad nombrarle presidente de honor de la entidad.

Con este anuncio, el mayor banco español y uno de los mayores de Latinoamérica cierra la crisis interna que se había desatado por la lucha de poder entre los altos directivos que procedían del antiguo Banco Santander y el Central Hispano. Esta brecha abierta entre los directivos desencadenó un enfrentamiento entre Emilio Botín y José María Amusátegui, los antiguos presidentes de las dos entidades que se fusionaron en enero de 1999, el Banco Santander y el Central Hispano, respectivamente.

Tras unas negaciones a lo largo de las vacaciones estivales se ha decidido cerrar la crisis con la salida anticipada de Amusátegui quien no cobrará ningún emolumento económico especial por esta decisión distinto del pactado en los acuerdos de fusión. Emilio Botín gana así el pulso que lanzó a Amusátegui en los últimos meses, y que alcanzó su máximo grado de tensión cuando el ex presidente del Banco Santander propuso sin previo aviso el cese del director general de Estudios y Comunicación, Luis Abril, una de las personas de confianza del vicepresidente y consejero delegado, Àngel Corcóstegui.

Otro de los logros de Botín, según fuentes conocedoras del conflicto, ha sido el abandono de la marca «BSCH», acrónimo que ya no aparece en el comunicado difundido ayer, y que ha sido definitivamente sustituido por la de Santander Central Hispano. El consejo de administración del Santander Central Hispano también ha decidido mantener en sus cargos de vicepresidente primero y consejero delegado a Àngel Corcóstegui, que mantendrá bajo su mandato todas las divisiones del grupo. La continuidad de Corcóstegui "procedente del BCH" era uno de los puntos principales que exigía Amusátegui para aceptar su salida de la entidad.