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El presidente del Gobierno, José María Aznar, lamentó ayer la convocatoria de huelga general para el 20-J como respuesta de los sindicatos a la reforma del subsidio por desempleo aprobada ayer por el Consejo de Ministros a través de un decreto ley. El jefe del Ejecutivo críticó a los sindicatos, por convocar la huelga, y al PSOE por «azuzarla y jalearla». Durante una convención del PP para celebrar los seis años de gobierno, Aznar advirtió a las centrales que «pasar a la historia por convocar una huelga general contra el empleo es un triste destino», al tiempo que les acusó de querer hacer daño a los intereses de España por fijar la fecha para un día antes de la Cumbre de Sevilla. Al primer partido de la oposición le dedicó los adjetivos de «inmaduro e irresponsable».

José María Aznar recordó que esta huelga ya fue convocada hace dos años, en abril de 2000, un mes después de ganar las elecciones con 10'3 millones de votos, porque aceptaron «muy mal» el resultado de aquellos comicios. El presidente defendió la reforma aprobada ayer y señaló que la mejor política social es la creación de puestos de trabajo, mientras que situó el objetivo del pleno empleo «al alcance» de las posibilidades del Gobierno. Además, se refirió a los motivos por los que el Ejecutivo decidió aprobar ayer por decreto las medidas de reforma del desempleo y aseguró que los sindicatos recibieron la oferta de negociar hace dos meses, mientras que la respuesta de las centrales durante todo este tiempo ha sido negativa.

Para Aznar, calificar la decisión del Gobierno de «provocación arrogante» es como decir que el Ejecutivo sólo puede aprobar lo que negocia con los sindicatos. Pero, en su opinión, un Gobierno que tiene el respaldo de 10'3 millones de votos y que «ha demostrado capacidad de diálogo», tiene que «gobernar y tomar decisiones» para «mejorar las cosas». «A los gobiernos se les elige para gobernar», añadió. El presidente del Gobierno se refirió expresamente a la reforma y señaló su apoyo a la decisión de que el parado que rechace tres veces una oferta de empleo adecuada se quedará sin la prestación, ya que, en su opinión, este rechazo supone que el parado no quiere trabajar. En este sentido, indicó que en otros países de la Unión Europea sólo se admite rechazar una oferta de empleo.