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El Gobierno ha rebajado la previsión de crecimiento de la economía para este año hasta el 2'2 por ciento, desde el 2'4 por ciento anterior, y calcula que en el 2003 el Producto Interior Bruto (PIB) aumentará el tres por ciento. Así lo anunció ayer, tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, quien explicó que en los últimos meses se ha producido «una restricción financiera» en la economía mundial que está afectando al crecimiento de las grandes economías, tanto de Estados Unidos como de la UE.

Además, confirmó que el empleo aumentará en el 2002 el 1'1 por ciento -algo más de 170.000 nuevos empleos- y el 1'8 por ciento en el 2003, lo que supondrá la creación de 280.000 puestos de trabajo. Rato explicó que la restricción financiera se ha manifestado en las caídas bursátiles en toda la OCDE, que no están relacionadas con los resultados reales de las empresas, cercanos a las previsiones, sino con el aumento de la incertidumbre en la fiabilidad de los datos contables, especialmente en Estados Unidos. En este sentido, añadió que la desaceleración registrada por la economía estadounidense provocará el retraso de su recuperación y, por tanto, la disminución de su contribución al crecimiento mundial.

Rato explicó que la revisión del cuadro macroeconómico del 2002 se ha hecho sobre una hipótesis de crecimiento del comercio mundial de entre el cero y el uno por ciento, un tipo de cambio entre el dólar y el euro cercano a la paridad a final de año y un precio del barril de petróleo en torno a veinticuatro. El vicepresidente subrayó que la economía española mantiene «una dinámica positiva en su diferencial de crecimiento con las economías europeas» y recordó que, según el Banco de España, el PIB aumentó en el segundo trimestre en torno al dos por ciento, igual que en el periodo previo.

El Gobierno ha reducido su expectativa de aumento del consumo privado del 2'2 al 1'9 por ciento, debido al aumento del ahorro de las familias y a la subida de la inflación, «más intensa de lo inicialmente previsto», dijo Rato, pero ha elevado la previsión de incremento del gasto de las administraciones públicas, hasta el tres por ciento. También tendrá una evolución más negativa la inversión en bienes de equipo, por «la atonía de los mercados internacionales», que retrocederá el 1'3 por ciento, en tanto que la construcción crecerá más de lo calculado, el 4'5 por ciento.

Respecto al sector exterior, el Gobierno ha modificado su previsión de aportación al crecimiento del PIB, que será nula en el 2002, resultado de una disminución de las exportaciones de una décima y un aumento equivalente de las importaciones, frente a tasas «mucho más dinámicas» de la previsión anterior, admitió Rato. La diferencia, explicó el vicepresidente, está ligada a la evolución «mucho menos positiva» prevista para el comercio internacional. Según el Gobierno, el deflactor del PIB se acelerará este año hasta el 3'5 por ciento, desde el 2'9 por ciento anunciado en otoño del año pasado. Asimismo, el vicepresidente presentó el cuadro macroeconómico del 2003, sobre el que se elaborarán los Presupuestos Generales del Estado para ese ejercicio, y que se basa en la hipótesis de que el comercio mundial recuperará el año que viene tasas de crecimiento cercanas al 6 por ciento.