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El Gobierno, el PP y el PSOE coincidieron ayer en exigir que se aplique la Ley de Partidos para ilegalizar a Batasuna si la formación abertzale no condena el atentado de ETA en Santa Pola, que costó la vida a una niña de 6 años y a un hombre de 57 y heridas a 36 personas. El Consejo de Europa, Rusia, Francia y el Papa Juan Pablo II se sumaron a la reacción generalizada en contra del atentado, que fue condenado rotundamente por fuerzas políticas, sindicatos, Iglesia, instituciones y ayuntamientos, si bien los concejales de Batasuna en el País Vasco se abstuvieron al votar las declaraciones de condena.

Sin condenar la acción terrorista, Arnaldo Otegi dijo ayer que es «doloroso» el fallecimiento de las dos víctimas y consideró a José María Aznar «responsable en primera persona también de lo que está ocurriendo en estos momentos y de lo que va a ocurrir en el futuro», al tiempo que reconoció que Batasuna ya espera ser ilegalizada. Según dijo, esta es la estrategia de Aznar. El ministro del Interior, Angel Acebes, consideró que «cualquier partido que no condene una acción de estas características» no puede «ser legal en democracia», y añadió que, «cumpliéndose los requisitos, no me cabe ninguna duda de que cuanto antes se usarán todos los instrumentos contra quienes dan cobertura y justificación política a estos actos».

El ministro de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas, coincidió en señalar que si Batasuna no condena el atentado «está situándose en los supuestos que se contemplan en la nueva Ley de Partidos» para su ilegalización que, recordó, «corresponde a los jueces». El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a los demócratas que tomen nota de las actitudes de los partidos políticos en relación con la condena de los atentados terroristas y subrayó que es «incompatible radicalmente la violencia con la libertad y la democracia». En este sentido, el PSOE y el PP decidieron adoptar iniciativas para lograr la condena de los demócratas al atentado en los municipios vascos y en el propio Parlamento Vasco y así tener clara la posición de Batasuna. Sin embargo, el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, calificó de «accesoria» la aplicación de la Ley de Partidos en estos momentos, porque a su juicio la formación abertzale «está acabada con o sin Ley de Partidos».

En el País Vasco, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA) consideró que no se dan las condiciones para la ilegalización de Batasuna, y añadió: «Ellos (el PP) verán si con la ley en la mano hay razones suficientes; yo creo que no, el hecho del silencio (de Batasuna) es fruto de la cobardía, pero no tiene que ser delito». Desde el PNV, su portavoz, Joseba Egibar, no quiso opinar sobre esta cuestión, mientras que el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, recordó que para el PNV la ilegalización «no es el camino acertado». El lehendakari Juan José Ibarretxe, advirtió por su parte, dijo que la intolerancia hay que combatirla a través del Estado de Derecho, de la acción de las Policías, de la Justicia, pero también desde la política, el diálogo y la democracia. Ibarretxe condenó el atentado y llamó a los partidos a combatir juntos a ETA «hablando de política con sensatez»