Aznar respondió a la propuesta soberanista de Ibarretxe ante la Junta Directiva Nacional del PP.

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EFE-EUROPA PRESS El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer que aplicará la ley con «serenidad, responsabilidad y naturalidad» frente a las «ensoñaciones» y «desvaríos fanáticos» de quienes pretenden convertir a los vascos en «súbditos de su proyecto étnico» y dan argumentos a ETA. Aznar hizo estas consideraciones sobre la propuesta soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y advirtió de que «nadie va a atribuirse ningún derecho de ninguna naturaleza para elegir qué leyes cumple y cuáles no».

Anunció a la dirección del PP que estarán siempre con aquellos vascos que «no quieren poner en riesgo el éxito histórico de un marco político libre y democrático en la España constitucional». «Y a esos vascos apelamos, con ellos nos comprometemos y a ellos dedicaremos nuestros esfuerzos», dijo. «Que pierdan toda esperanza los que quieren jugar con las cartas marcadas, los que se proponen poner en peligro nuestro proyecto y futuro común (la unidad de España). Les digo, con toda claridad, que no tienen nada que hacer».

El jefe del Ejecutivo consideró que hace cuatro años el nacionalismo vasco decidió unirse en torno a un pacto con ETA para excluir de sus instituciones y de la vida social a todos los demás y, desde entonces, «se ha propuesto condenar a la mitad de los vascos a la condición de súbditos de su proyecto étnico». Desde entonces, «el Estado democrático y constitucional, la convivencia libre, el proyecto de la Transición que han hecho de España un ancho campo de libertad, viene enfrentándose a un desafío que ahora se vuelve a mostrar con su naturaleza más sectaria y agresiva».

«No se trata de ninguna reivindicación de competencias, sino que el objetivo es la imposición de un régimen nacionalista excluyente desde el silencio impuesto al discrepante, que sólo puede serlo si pone en juego su vida o su libertad», añadió. Para Aznar, el medio que los nacionalistas utilizan para ello es «la confrontación civil, el exilio interior de tantos y el desprecio mas cruel de las víctimas».