Pasqual Maragall presentó ayer la propuesta de bases para la reforma del Estatut.

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El presidente del PSC, Pasqual Maragall, presentó ayer la propuesta de bases que su formación defiende para la reforma del Estatut de Autonomia y que prevé, entre otros aspectos, la progresiva equiparación de la financiación de Catalunya a las comunidades de régimen foral. Además, plantea una definición de esta comunidad como «nación» dentro de una España federal. Maragall, no quiso polemizar con los puntos de divergencia respecto al texto de CiU, para evitar un debate electoral.

Además el Estatut del PSC plantea la representación directa en los órganos de la UE y mayores potestades en relaciones exteriores, la división territorial en siete veguerías, la limitación de mandatos para el presidente de la Generalitat, máximo representante del Estado en Catalunya y que contaría con el mando de las fuerzas de seguridad que operan en su territorio. El texto, presentado en el Parlament ante una cincuentena de cargos electos socialistas y miembros de la dirección del partido, recoge la definición de Catalunya como «nación que forma parte de la España plural reconocida por la Constitución» y establece su «voluntad de profundizar en el carácter federal, plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del Estado español».

Este planteamiento supone uno de los principales puntos de divergencia con el texto que defiende el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, que apuesta por convertir Catalunya en una «nación soberana voluntariamente asociada al Estado español». El socialista destacó que la propuesta del PSC no es «ni un techo mínimo ni un programa máximo», sino un conjunto de aportaciones «asumibles por una amplia mayoría» de la Cámara catalana.

El documento de bases establece también la limitación a dos mandatos consecutivos del presidente de la Generalitat, que figura como «máximo representante del Estado en Catalunya» y que «puede designar un «conseller primer», delegándole permanentemente funciones de dirección del Ejecutivo». La propuesta socialista establece que la Generalitat deberá aportar «los medios adecuados» para garantizar el «deber ciudadano de conocer las dos lenguas» oficiales en Catalunya.