Ejemplo de ello cree que es el Partido Popular en España, que dijo
que ha demostrado su unidad especialmente en las últimas semanas
«en los momentos más difíciles», en alusión al respaldo dado a la
posición de su Gobierno ante la guerra de Irak.
«No soy partidario de las sociedades multiculturales», declaró
el jefe del Ejecutivo. A esta opción contrapuso las «sociedades
tolerantes», en las que «los valores comunes sean respetados por
todos». Aznar instó a que los partidos de centro-derecha europeos
sean «humildes y realistas», dos virtudes de las que dijo que
carece la izquierda, e hizo una reiterada defensa de las reformas
en la UE y de un reforzamiento de su vínculo con los Estados
Unidos.
Aznar hizo estas consideraciones en su intervención en el
coloquio organizado en París sobre las lecciones que han de
extraerse de la experiencia vivida por Francia en sus comicios
presidenciales del año pasado, cuando el líder del Frente Nacional,
Jean Marie le Pen, pasó a la segunda vuelta de esas elecciones
desbancando al socialista Lionel Jospin.
Ante otros líderes europeos como los primeros ministros de
Francia, Jean Pierre Raffarin; Portugal, José Manuel Durao; y
Luxemburgo, Jean Claude Juncker, Aznar, en una intervención
realizada en parte en francés, abogó por la existencia de partidos
con proyecto, equipos y sin divisiones.
El jefe del Ejecutivo invitó a los partidos de centro-derecha a
ser «muy humildes y realistas», dos características de las que cree
que carece la izquierda, «al menos, en España», y aseguró que tras
los ataques terroristas contra Estados Unidos del 11 de septiembre
de 2001, decidió que la Historia le sorprendiera lo menos posible y
era necesario actuar con ese realismo.
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