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El secretario general del PP, Javier Arenas, compareció ayer ante la prensa después de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP en la que el presidente del Gobierno, José María Aznar, propuso a Mariano Rajoy como su sucesor para las próximas elecciones de marzo de 2004. Arenas, quien a partir de hoy ostentará el cargo de vicesecretario general del partido, confirmó que los populares aceptaron la propuesta de Rajoy como candidato a la espera de la votación de hoy en la Junta Directiva Nacional. Confirmó además que, a partir de entonces, el liderazgo del partido se concentrará en Rajoy, aunque Aznar seguirá siendo el presidente del Gobierno. Y subrayó la «unanimidad» de los militantes del PP al calificar al jefe del Ejecutivo de «extraordinario ejemplo ético».

«Estamos todos convencidos de que su decisión viene guiada de cómo interpreta José María Aznar el interés de España y el interés de la sociedad», explicó Arenas, quien señaló que en la reunión el PP tomó tres decisiones. La primera, por la que el Comité hizo suya la propuesta de Rajoy como candidato, que hoy será ratificada «por unanimidad». La segunda, la elección de Rajoy, «también por unanimidad», como nuevo secretario general del partido, puesto que Aznar ha delegado en él «todas sus competencias para presidir el PP». Y una tercera, en la que se ve involucrado Arenas: su nombramiento como nuevo vicepresidente general del PP.

Arenas, que comenzó su alocución recordando que con la aceptación de la propuesta de Rajoy como sucesor de Aznar los militantes del PP han «aparcado su afán personal en beneficio del interés común», alabó la trayectoria del presidente del Gobierno y destacó cómo, por unanimidad, todo el partido calificó de «excelente» la gestión llevada a cabo por Aznar, a quien calificaron de «extraordinario ejemplo ético» por haber cumplido siempre su palabra.