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OTR/PRESS/EFEBILBAO
Se confirmaron los temores. La manifestación que la izquierda abertzale convocó ayer en Bilbao se convirtió en un homenaje a Arkaitz Otazua, el etarra que murió el pasado domingo en el tiroteo posterior a su intento, junto con otros dos terroristas, de atentar contra una patrulla de la Ertzaintza. El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, ofreció a la finalización de la marcha un mitin, en el que amenazó con «un puño de hierro» para quienes no colaboren en la solución del conflicto vasco.

En varios puntos de la marcha se habían colocado otras fotos de Otazua con diferentes leyendas, una de ellas decía «quien siembra vientos, recoge tempestades» junto a los anagramas del PNV y la Ertzaintza. El acto finalizó en el ayuntamiento de Bilbao, donde Otegi aseguró que «el debate sobre la autodeterminación que se ha instalado en la sociedad vasca es un triunfo de la izquierda abertzale, no de Ibarretxe ni del PNV; un debate que hay que hacer con tranquilidad».

La manifestación contó con el respaldo de la cúpula de la ilegalizada Batasuna. Su portavoz, Arnaldo Otegi y destacados miembros de la formación abertzale como Joseba Permach y Pernando Barrena llevaban la pancarta con el lema en euskera «No apartheid. Autodeterminación».

Miles de personas secundaron la manifestación. Al inicio del recorrido, varias personas desplegaron desde un puente una gran pancarta con la foto de Otazua y la frase en euskera «adiós y honor al soldado vasco». Posteriormente, a mitad de la marcha, la manifestación se detuvo ante una foto con crespón negro de este militante de ETA y le han realizado una ofrenda floral entre gritos de «PNV, asesino», «Gora ETA», «el pueblo no perdona» y «autodeterminación.