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PSC y CiU han unido fuerzas para criticar la reacción del Gobierno central ante la negociación y el posterior acuerdo para formar la Generalitat de Catalunya. Desde las filas convergentes se ve «enloquecido» al Ejecutivo y a su presidente, José María Aznar, mientras que los socialistas catalanes le acusan de hacer suyos los enemigos del franquismo. Pero el Gobierno insiste en sus críticas al acuerdo. El ministro portavoz, Eduardo Zaplana, retó al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a respaldar en público el acuerdo firmado por PSC, ERC e ICV y que ha hecho presidente a Maragall.

El primer secretario del PSC, José Montilla, cree que Aznar ha sacado del cajón a los enemigos del franquismo, «rojos, separatistas, comunistas, nacionalistas», y los ha hecho suyos. El jefe del Ejecutivo central, según Montilla, «quiere volver a la España una, grande y libre» y ha convertido al su partido en «el gendarme del pensamiento único».

Montilla cree que en esta «escalada sin precedentes» se han «permitido poner en duda el reglamento del juego democrático» y los pactos para gobernar en Catalunya. La nueva Generalitat, dijo, «no gusta a la derechona ni tampoco a la derecha nacionalista», afirmó Montilla que denunció las «agresiones permanentes» del Gobierno central ante un pacto «legítimo» y advirtió que el tripartito de izquierdas será «beligerante contra quien intente criminalizar y dividir en dos frentes» a la sociedad catalana.

CiU se mostró igualmente crítico con el Gobierno. «No han entendido ni entienden nada», dijo su secretario general, Josep Antoni Duran Lleida, que aseguró sentirse «preocupado» ante la actitud del Ejecutivo que preside Aznar». «Creo de verdad que cuanto antes deje sus responsabilidades el presidente Aznar, mejor para el PP y para la España que dice defender».