Aznar recibió a su sucesor en las escaleras de La Moncloa con honores de presidente.

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El presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, y el próximo jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvieron ayer una reunión en La Moncloa. Aznar advirtió a Rodríguez Zapatero que el inminente cambio de Gobierno no le hará cambiar de posición sobre la Constitución europea en la Cumbre europea que ya se está celebrando en Bruselas y termina hoy. El jefe del Ejecutivo en funciones pidió a su relevo en La Moncloa que se pronuncie sobre el futuro de las tropas en Irak antes de que tenga lugar el relevo. Zapatero rechazó el requerimiento de Aznar, para que fijara por escrito y cuanto antes su posición respecto al relevo del contingente español en Irak, previsto para el 21 de abril.

Dado que ese contingente debe ser relevado el próximo 21 de abril, Aznar instó a Rodríguez Zapatero a responder al requerimiento a la mayor brevedad posible, a lo que, según las citadas fuentes, el secretario general accedió. Sin embargo, fuentes socialistas negaron ese compromiso y recordaron que en este período, el Ejecutivo, según se establece en la ley del Gobierno, tiene encomendado «el despacho ordinario de los asuntos públicos» y cualesquiera otras medidas «en casos de urgencia o por razones de interés general», por lo que no corresponde al líder del PSOE pronunciarse sobre ese relevo.

Los socialistas sostienen que la decisión de Rodríguez Zapatero de retirar las tropas es firme, salvo que se apruebe una nueva resolución que permita a Naciones Unidas hacerse cargo de la situación en Irak, texto en el que, según desveló Manuel Marín, secretario de Internacional del PSOE, se está trabajando.

Durante poco más de una hora, Aznar y Rodríguez Zapatero estuvieron hablando, en su cuarto encuentro en La Moncloa, de todos los aspectos relacionados con el traspaso de poderes. El más urgente era el Consejo Europeo que ayer mismo comenzó en Bruselas. El jefe del Ejecutivo en funciones aseguró que no tenía intención de «predeterminar» la posición que mantendrá el nuevo Gobierno sobre la Constitución Europea.