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AGENCIAS-MADRID/BRUSELAS
La fábrica de explosivos perteneciente a ETA desmantelada ayer por la policía francesa en el departamento de Pirineos Atlánticos albergaba más de quinientos kilos de explosivos, según las primeras evaluaciones. Los investigadores creen que ETA ha utilizado el taller de explosivos «desde hace al menos seis años» para confeccionar todos los artefactos «de importancia» con los que ha cometido atentados en el último año, probablemente desde la bomba-lapa que sirvió para asesinar a dos policías nacionales en la localidad navarra de Sangüesa, el 30 de mayo de 2003.

En el polvorín descubierto ayer por la Guardia Civil y la Policía francesa en el suroeste de Francia, en la localidad de Saint-Michel (Pirineos Atlánticos), se hallaron también todo tipo de armas, lanzagranadas, lanzamisiles y los elementos necesarios para fabricar artefactos explosivos.

Fuentes de la lucha antiterrorista señalan con toda seguridad que la procedencia de los explosivos utilizados en el atentado contra el acuartelamiento de Aizoain el 18 de octubre de 2003 es el taller encontrado en Francia. En aquella ocasión, una granada «Jo ta ke Handia» lanzada desde una furgoneta aparcada en la falda del monte de San Cristóbal impactó contra el tejado de uno de los edificios del cuartel, cayendo al suelo del patio del recinto militar y produciendo escasos daños materiales.

Los artificieros de la Guardia Civil realizaron una explosión controlada y después encontraron una bomba-trampa en la furgoneta desde la que se había lanzado la granada, que fue desactivada. Las granadas «Jo ta ke Handia» pueden llegar a contener 30 kilos de amonal.

El ministro del Interior en funciones, Àngel Acebes, calificó el hallazgo como «uno de los mayores arsenales» con los que cuenta la banda terrorista en la actualidad. En la operación se detuvo a dos personas, un presunto terrorista y el dueño de la granja.