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El conseller de Justicia, Josep María Vallés, confirmó ayer que 26 presos fueron maltratados por funcionarios tras el motín ocurrido en la prisión de Quatre Camins el pasado 30 de abril, al explicar que las lesiones sufridas por estos internos «no son compatibles con lo que sería la aplicación de medios coercitivos reglamentarios».

En aquellos incidentes, el subdirector del centro, Manuel Tallón, resultó gravemente herido, y 56 de los 77 internos que participaron en el altercado -que se originó por un asunto de drogas- fueron trasladados, por motivos de seguridad, a las cárceles de la Modelo, Ponent, Brians, Trinitat, Tarragona y Girona.

Vallés hizo público ayer un informe elaborado por su departamento sobre estos hechos, ocurridos la noche del pasado 30 de abril durante el traslado de los presos a otras cárceles catalanas tras el motín que se originó aquella misma tarde en el Módulo 1 de la prisión de Quatre Camins, situada en La Roca del Vallés (Barcelona).

El conseller de Justicia ha anunciado que su departamento proseguirá realizando la investigación «para determinar la posible existencia de indicios de cualquier responsabilidad de naturaleza administrativa» y que ya ha remitido el informe a la fiscalía por si existen conductas que puedan ser constitutivas de delito.

Las reacciones de los sindicatos no se han hecho esperar. El secretario de prisiones de UGT, Miquel Pueyo, ha acusado al conseller de Justicia de «vulnerar la presunción de inocencia» de los funcionarios al dar por sentado que éstos maltrataron a los presos y ni siquiera contrastar su versión de los hechos con la de los trabajadores penitenciarios.