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EFE-REINO UNIDO
Los ministros de Interior de los cinco países grandes de la Unión Europea (G5), entre ellos España, estudiaron ayer la creación de un banco de datos de ADN y la introducción de seguridad biométrica en los documentos de identidad.

El anfitrión de la reunión, el británico David Blunkett, ha apostado por la creación de una base común europea de datos de ADN, como la que ya tiene el Reino Unido, como una de las principales armas para prevenir los atentados terroristas.

Los ministros de España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido iniciaron en Sheffield (norte de Inglaterra) una reunión informal de dos días para impulsar la cooperación antiterrorista y control de las fronteras, con vistas al próximo del Consejo de ministros de Interior de la UE.

Creado en 1995 y actualmente con 2,2 millones de muestras genéticas, el banco británico de ADN reúne datos de procesados o sospechosos de cometer un delito y la idea de Blunkett es extenderlo al resto de Europa para que los países compartan esa información.

El ministro español, José Antonio Alonso, consideró necesario incluir datos biométricos en los documentos de identidad, se mostró convencido de que se reforzará la cooperación policial en la UE y abogó por un DNI y pasaporte con un formato común europeo.

«Europa es un espacio de libertad, seguridad y justicia, es un espacio en el que los ciudadanos que viven en Europa pueden residir y moverse libremente, pero eso implica que haya que desarrollar, entre otras cosas, documentos que permitan identificar a esos ciudadanos», afirmó Alonso. El ministro de Interior indicó que es preciso para ello «introducir datos biométricos en los documentos de identidad», aspecto en el que -dijo- España «está perfectamente preparada».