El submarino de propulsión nuclear «HMS Tireless» de la Armada Real
británica atracó ayer en la base naval de Gibraltar, donde
permanecerá varios días por una visita rutinaria, una presencia que
ha reavivado la polémica entre los principales partidos surgida
hace cuatro años cuando fue reparado en la Roca.
Precisamente, el presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas,
criticó ayer la posición del presidente andaluz, Manuel Chaves,
ante la llegada a Gibraltar del submarino «HMS Tireless» y dijo que
ante un Gobierno central del PSOE «se mantiene mudo», una crítica
que se ha producido también por parte de Izquierda Unida.
El «HMS Tireless» ya llegó al puerto de Gibraltar en marzo del
año 2000 con una avería en el reactor de propulsión que lo retuvo
fondeado en el muelle del Peñón durante casi un año. Esto provocó
entonces gran polémica por la falta de información a la población
sobre los posibles riesgos de contaminación radiactiva y a que el
puerto de la Roca no tenía la clasificación para acometer
reparaciones de estas naves, e incluso generó movilizaciones en las
que participó la Junta de Andalucía.
El coordinador regional de IU, Diego Valderas, advirtió a Chaves
de que ante la presencia del submarino es necesario que tenga «más
firmeza y más rigor» que en el año 2000, porque entonces el
submarino estuvo el tiempo que quiso el Gobierno británico.
El PA pidió que se lleven a cabo actuaciones para poner fin a
«una situación sangrante» en referencia a la existencia de una
colonia británica en territorio andaluz e instó a que en la reforma
del Estatuto de Autonomía se haga referencia a la territorialidad
andaluza del Peñón de Gibraltar.
La respuesta del Gobierno andaluz a estas críticas no se hizo
esperar y el presidente Manuel Chaves expresó su «rechazo
contundente» a la presencia del submarino al considerarlo una
«provocación» y dijo que ve «impotencia política» en el PP.
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