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La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que el Ejecutivo «seguirá trabajando» para garantizar la «laicidad» del Estado y recalcó que «no hay modificaciones iniciales» en el sistema de financiación de la Iglesia Católica.

Por otra parte, la Conferencia Episcopal Española admitió ayer que «tienen indicios» de que se quiere implantar una «hoja de ruta» para reforzar la aconfesionalidad del Estado, y reconoció que «algunos de los puntos» de ese plan, avanzados ayer por un medio de comunicación, «parecen ser ciertos». Sin embargo, los obispos no quieren entrar en polémicas.

En los Presupuestos Generales del Estado para 2005 se actualiza la aportación del Estado a la Iglesia Católica.

Sin embargo, Solbes recordó que, por definición, corresponde a la Iglesia su autofinanciación.

Fernández de la Vega subrayó que la Constitución establece que España es un Estado aconfesional, por lo que «no hace falta realizar ningún tipo de plan para que sea laico».

«Es verdad que este Gobierno ha hablado de la laicidad y vamos a seguir trabajando en ello, porque creemos que es un mandato de la Constitución y así es como es nuestro Estado», añadió.

La vicepresidenta quiso dejar claro que esta intención del Ejecutivo no impide mantener «cauces de diálogo» con la Iglesia Católica, así como buscar acuerdos, y dijo que el Gobierno «seguirá trabajando siempre por el interés general» de los ciudadanos.

Fernández de la Vega respondió así a una pregunta sobre si el Ejecutivo tiene previsto una «hoja de ruta» para cumplir el mandato de aconfesionalidad del Estado, tal y como el secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra, dijo durante una conferencia impartida en Cádiz el pasado 17 de septiembre.

La vicepresidenta recalcó que el Gobierno respeta todas las religiones.