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El PP balear afronta desde ayer el congreso nacional con «más peso político que nunca» y con la intención de no crear hipotecas a Mariano Rajoy, quien este fin de semana será elegido en Madrid presidente de los populares. Este es el diagnóstico que hizo ayer Jaume Matas, presidente del Govern y del PP balear, quien reiteró -como adelantó este periódico hace dos semanas- que no tiene ninguna intención de formar parte destaff de Mariano Rajoy. Sin embargo, el peso político de Matas en la dirección nacional es más que evidente. Hoy mismo, y ante el plenario del congreso nacional, Matas representará a todos los presidentes regionales del PP para pronosticar que el Gobierno de Zapatero acabará «igual que el Pacte de Progrés».

«El PP ahora debe instalarse en la oposición y superar esta etapa. Y delante tiene un gobierno débil, preso de sus hipotecas», declaró Matas ayer en Madrid. El presidente del PP balear recalcó que «ahora comienza la época de Rajoy y la única cuota que debe haber debe ser la del futuro presidente del Gobierno». Aunque Matas no quiera hablar de cuotas del PP balear en la dirección nacional, entre la delegación de dirigentes populares de Balears -unos ochenta- sólo se hablaba ayer de las grandes posibilidades que tiene María Salom de entrar en la ejecutiva nacional como vocal.

«A mí nadie me ha dicho nada, pero todos me dan la enhorabuena», declaró la portavoz adjunta del PP en el Congreso de los Diputados. Dirigentes como Rodríguez y Ramis daban por hecho la incorporación de Salom en la ejecutiva nacional. En cambio, Rosa Puig no parece que tenga tantas opciones de figurar en la ejecutiva de Rajoy. Matas ha recordado que el nuevo equipo del presidente nacional debe trabajar permanentemente en Madrid, lo que obligaría a algunos de sus dirigentes -los secretarios ejecutivos- a abandonar sus actuales responsabilidades políticas. Además de Salom, Estaràs es otra de las caras del PP balear con posibilidades de entrar en la dirección nacional.