El ex general de la Benemérita ingresó en prisión en mayo de 2000
para cumplir la condena de 71 años de cárcel que le impuso la
Audiencia Nacional. El Supremo le elevó, en julio de 2001, la pena
en 4 años al aplicarle la agravante de prevalimiento del carácter
público de su cargo en el delito de secuestro.
Poco antes, un turismo con los cristales tintados en el que
viajaban sus escoltas llegaba a las puertas de Ocaña II. Mientras
uno de los agentes accedía al centro penitenciario con una carpeta
con documentación, otro introducía el coche hacia el interior del
recinto. A las 19:20 horas, el coche salía de la prisión con
Rodríguez Galindo en su interior en dirección a su domicilio.
La excarcelación de Rodríguez Galindo responde a la decisión
tomada el pasado miércoles por la Dirección General de
Instituciones Penitenciarias por motivos de salud, por lo que el ex
general del Instituto Armado cumplirá el resto de la condena en su
domicilio. Esta decisión no implica la concesión del tercer grado
para Rodríguez Galindo.
Galindo, que previamente había cumplido diez meses de prisión
preventiva durante la instrucción del sumario del «caso
Lasa-Zabala», ingresó en mayo de 2000 en la prisión militar de
Alcalá de Henares (Madrid).
Hasta el 13 de julio de 2003 no fue trasladado a la prisión
civil de Ocaña (Toledo), a pesar de que quince meses antes se había
publicado su pérdida de condición de militar como consecuencia de
la sentencia. El ex general recurrió su condena al Tribunal
Constitucional, que en julio de 2002, rechazó por siete votos a
cinco su recurso de amparo.
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