En la foto aparecen cinco de los extremistas detenidos por orden del juez Garzón.

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Los 13 detenidos el jueves, dentro y fuera de las cárceles, en el transcurso de la segunda fase de la «operación Nova», formaban la retaguardia del primer grupo de Mohamed Achraf/Kamel Saadi, dispuestos a tomar el relevo de los primeros cuando se inmolasen en acciones suicidas, como la planeada contra la Audiencia Nacional u otro órgano judicial próximo, según informaron fuentes de la investigación. Los detenidos no iban a participar en el atentado contra la Audiencia Nacional, por lo que su relación con los primeros arrestados no alcanzaba a lo que afectaba a esta acción terrorista. Todos ellos declararán el próximo martes ante el juez Baltasar Garzón.

Los detenidos, divididos en el grupo de Cádiz, el de Valencia y el de prisiones, están acusados de un delito de integración en organización terrorista.

Los presuntos integrantes de la célula aislados desde ayer en la cárcel de A Lama (Pontevedra) son Soubic Kounic, Mohamed Amin y Aspri Smali. El primero de ellos se encontraba en situación de primer grado al estar cumpliendo condena por delitos de terrorismo, al haber sido detenido en 1997 por integrar la célula del GIA a la que también pertenecía el «emir» del 11-M, Allekema Lamari. Fuentes penitenciarias informaron de que no podía participar en la red islamista tejida en A Lama al encontrarse en una situación muy restringida, con cuatro horas de patio diarias, en las que sólo puede ser acompañado por otros dos internos.

Amin, que lleva más de dos años en el penal pontevedrés, presumía, según las mismas fuentes, de que sólo le quedaban 31 días para abandonar la cárcel y salir en libertad. Cumple condena por robo y los funcionarios del centro lo consideran un «coronel», calificativo utilizado por ellos para designar a aquellos cabecillas de los grupos integristas que, sin embargo, están por debajo del imán.