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El PP e IU-ICV pidieron ayer al Gobierno que consulte al Tribunal Constitucional sobre la posibilidad de que la incorporación de la Carta Magna europea al ordenamiento español implique una reforma de éste antes de que se celebre el referéndum consultivo, algo que el PSOE no cree preciso. El presidente del PP, Mariano Rajoy, declaró ayer en Barcelona, en el primer acto público del partido en defensa la Constitución ratificada ayer en Roma por los 25 líderes europeos, que resultaría «justo» y «lógico» que la sociedad sepa antes del referéndum del año que viene si se deberán acometer cambios en la Constitución española.

Según anunció ayer mediante un comunicado, IU-ICV, partido crítico con la Constitución de la UE, registrará en las próximas fechas en el Congreso una iniciativa para que la Cámara solicite al Tribunal Constitucional un informe sobre la existencia de «posibles contradicciones» entre los textos europeo y español. Además, tildó de «inaceptable» el planteamiento del Gobierno de elevar la consulta al TC una vez celebrado el referéndum el 20 de febrero del próximo año. Sin embargo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó ayer que la prioridad de su partido y del Gobierno pasa por llevar a cabo el referéndum antes de que se produzca cualquier consulta legal.

«¿No es más razonable -se preguntó- pensar en la posibilidad de que, si la Constitución española tiene que reformarse, ambos procesos se desarrollen a la vez?». El líder del PP, para quien el texto de la UE «es una apuesta por la unidad desde la diversidad», aunque reconoció que hay cosas que no le complacen, añadió que el problema consiste en que al Gobierno «no le da tiempo dirigirse al TC» por su pretensión de que España sea el primer país en aprobar la nueva Constitución europea.

Para Rubalcaba no es precisó solicitar antes del próximo 20 de febrero un informe al Tribunal Constitucional sobre la existencia de posibles divergencias entre los textos europeo y español, tal y como recomienda el Consejo de Estado. Por otra parte, fuerzas nacionalistas y de izquierdas han recalcado en los últimos días su negativa a aceptar la Constitución europea y han subrayado, tras la ratificación de ésta en Roma, que votarán en contra.