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El presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, expresó ayer su deseo de que ETA decida desaparecer «de una vez por todas» ante el fenómeno de decadencia política, social y operativa que, a su entender, se está produciendo. De lo contrario, cree que el distanciamiento «con su mundo social y político» se recrudecería, «acelerando su propia decadencia».

El dirigente nacionalista se refirió a las últimas operaciones desarrolladas contra ETA e indicó que lamentablemente «matar y asesinar es más fácil de lo que pensamos», por lo que se mostró partidario de mantener la prudencia y «no caer en falso triunfalismo» porque «ETA está todavía ahí». No obstante, reconoció que las detenciones realizadas hace cuatro semanas han supuesto «un golpe» a la organización, que considera «positivo».

En su opinión, ETA «tiene dos opciones»: o desaparecer o emprender una «huida hacia delante», si bien advirtió de que en el segundo caso «este distanciamiento con su mundo social y político se recrudecería» y estaría, en el fondo, «acelerando su propia decadencia y avanzando en un camino grapización».

En su opinión, para acabar con la violencia de ETA hay que buscar «diagnósticos comunes». En este sentido, lamentó que «las cosas se empezaran a torcer» con la firma del pacto Antiterrorista, que, a su entender, no tiene el objetivo de luchar contra el terrorismo, sino de «usar la violencia para descalificar a los adversarios políticos». Por ello, aseguró que, si se abandonara este tipo de posiciones y todas las formaciones estuvieran dispuestas a alcanzar un diagnóstico común sobre «cuál es el mejor camino para acabar con la violencia».