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La economía española creció un 2,6% en el tercer trimestre de 2004 respecto al mismo periodo del año anterior, ofreciendo un perfil estabilizado de crecimiento, según los datos de Contabilidad Nacional publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. La aceleración de la inversión, especialmente la destinada a bienes de equipo, que aumenta a tasas desconocidas hace cinco años, es el dato más positivo, mientras que el negativo viene del sector exterior, que resta dos puntos al PIB, mientras el consumo de los hogares se estabiliza. Tras conocer los datos, el Gobierno admitió que es «poco factible» que la economía crezca este año un 2,8 por ciento y anunció que no descarta rebajar la previsión para 2005 antes de fin de año.

El crecimiento intertrimestral se aceleró una décima respecto al segundo trimestre, situándose en el 0,6%. Tanto esta tasa como la interanual coinciden con la estimación realizada por el Banco de España y con el indicador adelantado por el INE y aleja el cumplimiento del objetivo de crecimiento anual, que todavía mantiene el Gobierno, del 2,8%. La demanda interna aumentó su aportación al crecimiento de 4,2 a 4,6 puntos, debido fundamentalmente al impulso combinado de la inversión.