El Gobierno cubano ha decidido restablecer los contactos oficiales
con España, en respuesta al giro de la política exterior del
Ejecutivo español. Las relaciones pasaban por dificultades tras las
sanciones que impuso la Unión Europea a Cuba en junio de 2003
después de la ola de represión contra la disidencia por parte del
régimen de Fidel Castro. El anuncio lo hizo el canciller cubano,
Felipe Pérez Roque, justo antes de reunirse con el embajador de
España en La Habana, Carlos Alfonso Zaldívar.
Tras la misma, Pérez Roque se retiró junto al embajador español al
interior del Ministerio de Exteriores cubano, donde mantuvieron una
conversación privada durante casi hora y media. Al término del
encuentro, Zaldívar explicó que se ha abierto «un proceso complejo
impulsado por España para crear una situación más normal en las
relaciones Unión Europea-Cuba».
«Hemos convocado al embajador español como resultado del proceso
emprendido por el Gobierno español, y en particular por su ministro
de Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, y estamos restableciendo
contacto oficial con el embajador español en La Habana». De esta
forma anunció Pérez Roque el restablecimiento de las
relaciones.
Cuba había decidido congelar unilateralmente los contactos
diplomáticos como respuesta a las sanciones impuestas a la isla por
la UE. El régimen de Fidel Castro lanzó una ola de represión contra
la disidencia cubana, incluyendo la ejecución de tres personas y
duras condenas a casi un centenar más por lo que la UE decidió
aprobar un paquete de sanciones políticas, promovidas por el
Gobierno de Aznar.
Tras tomar posesión como presidente del Gobierno, Zapatero
anunció una nueva relación con La Habana y su intento de que se
acabaran levantando las sanciones impuestas a Cuba por parte de la
UE. Pérez Roque ya se había reunido con el ministro Moratinos
aprovechando la reciente Cumbre iberoamericana que se celebró en
San José de Costa Rica.
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