José Blanco subrayó que los servicios jurídicos determinarán cómo
resolver que no se aprobara en el Congreso por la ausencia de
varios diputados. Blanco hizo hincapié en que no se aprobó por una
ausencia de diputados, y no porque no exista una mayoría política
«clara, contundente» que está de acuerdo con ella y, por lo tanto
«habrá reforma».
El dirigente socialista respondía así a las manifestaciones del
presidente del PP, quien aseguró que sería una «tropelía» y una
práctica «no democrática» que el Congreso volviese a votar en breve
la reforma, que no prosperó por la ausencia de diputados del PSOE.
Insistió en que para el PSOE es «muy importante» que exista una
mayoría cualificada en el Consejo General del Poder Judicial para
la elección y designación de determinados nombramientos, porque
refuerza la democracia, y por ese motivo se presentó la
reforma.
El secretario general del PSOE en el Congreso, Diego López
Garrido, acusó por su parte a Mariano Rajoy de actuar «con una mala
fe total» al considerar una «tropelía» que el Congreso volviera a
votar la reforma y le pidió que retire «inmediatamente» ese
calificativo.
López Garrido afirmó que las palabras de Rajoy sólo pueden
obedecer a una «ignorancia manifiesta» o a una «mala fe total»,
opción ésta última por la que se decantó ya que, dijo, «me temo que
el señor Rajoy no es un ignorante parlamentario».
El objetivo del presidente del PP es, en opinión del dirigente
socialista, «confundir a la opinión pública» acerca de lo ocurrido
en el Parlamento el jueves, y le recordó que la posibilidad de que
vuelva a realizarse otra votación es un procedimiento que recoge el
Reglamento del Congreso.
«La votación se ganó por mucho», recalcó López Garrido, ya que
«hubo 169 votos contra 124 y, aunque no se logró la mayoría
orgánica, el proyecto está apoyado por siete grupos de ocho», un
respaldó que, a su juicio, evidencia que «no hay duda de que la
voluntad democrática de la cámara es la que es».
El secretario general de los socialistas en la Cámara baja quiso
también recordar al PP que durante su Gobierno se realizaron dos
segundas votaciones en 1997 y en 1999 con ocasión de la reforma de
la LOPJ, y explicó que en el primer caso se repitió la votación y
en el segundo se «reinició el procedimiento».
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida,
anunció por su parte que apoyará, por «lealtad», al presidente de
la cámara baja, Manuel Marín, y aceptará que el proyecto de Ley
Orgánica para la reforma del Consejo del Poder Judicial «vuelva al
Gobierno». Duran afirmó que «queremos ser respetuosos con la
decisión de la Mesa del Congreso», cuyo presidente «ya ha dicho
claramente» que este proyecto de ley «debe volver al Gobierno, que
fue quien lo remitió a la Cámara por trámite de urgencia».
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