La fiscal de la Audiencia Nacional Olga Sánchez, encargada de los
atentados del 11-M, ha solicitado al juez Juan del Olmo el ingreso
en prisión incondicional de Antonio Toro Castro por los delitos de
colaboración con organización terrorista islámica y suministro de
sustancias explosivas. Toro ya está en la cárcel desde el pasado 14
de octubre, aunque por un asunto bien distinto al 11-M, relacionado
con las drogas.
El 9 de junio fue la segunda vez que compareció ante el juez, y
también quedó en libertad. Del Olmo le ha tomado declaración hasta
en siete ocasiones, en tres de las cuales protagonizó careos con
los también imputados Rafá Zouhier (confidente de la Guardia Civil)
y José Emilio Suárez Trashorras (confidente de la Policía y cuñado
de Toro), y con el testigo protegido Francisco José Villazón
Lavandera, alias 'Lavandero'.
El juez Del Olmo, titular del Juzgado Central de Instrucción
número 6, no tomará adoptará al menos hasta hoy ninguna diligencia
con respecto a Toro. El preso asistió acompañado de su abogado a la
vistilla en la que escuchó a la fiscal del caso pedir su ingreso en
prisión también por esta causa.
Toro fue detenido por su presunta implicación en el 11-M en dos
ocasiones. La primera vez que compareció ante el juez, el 31 de
marzo, la fiscal no pidió su ingreso en prisión y Del Olmo se
limitó a prorrogar su detención hasta el día 2 de abril, fecha en
la que salió en libertad.
La petición de ingreso en prisión incondicional de la fiscal se
ha producido después de estudiar las diligencias practicadas desde
el hallazgo de la cinta grabada en agosto de 2001 en la que el
confidente 'Lavandero' explicaba al agente de la Guardia Civil
Jesús Campillo que Toro y Trashorras buscaban a personas que
supieran fabricar bombas con teléfonos móviles. Del Olmo, que ya
realizó los careos sobre este asunto, también tomó ayer declaración
a otros tres testigos protegidos.
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