Los destrozos en el hotel fueron cuantiosos, aunque no se registraron heridos de gravedad.

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Esta llamada coincidió con el aviso dado por un empleado del hotel sobre la presencia de una mochila de color azul y de aspecto nuevo escondida en un patio, junto a la escalera de incendios, según el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Dènia, Pep Marín.

Un cliente de este establecimiento, situado a cincuenta metros de la playa de La Marineta, próximo a la entrada sur del municipio, resultó afectado en los tímpanos a consecuencia de la explosión.

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía acudieron al lugar e inmediatamente se llevó a cabo el desalojo de unas 200 personas -entre clientes y personal- que se encontraban en el hotel, tras lo cual se produjo la explosión sobre las 15:10 horas, que afecto a las plantas segunda y tercera del edificio y causó diversos daños materiales.

El propietario del hotel Pere Joan Devesa afirmó que el desalojo de las instalaciones se llevó a cabo «con total normalidad», y explicó que «en el momento de la explosión no había nadie dentro».

El Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) atendió a cuatro personas aquejadas por crisis de ansiedad tras la explosión y sólo una de ellas, una mujer de 60 años, fue trasladada al Hospital Comarcal de la Marina Alta, debido a que tiene antecedentes de problemas cardíacos.

El empleado del Hotel Port Dènia Antonio Vivanco, quien alertó sobre la presencia de la mochila, explicó que llegó a tocar y levantar la bolsa que «pesaba poco» y añadió que a unos metros había unas veinte personas «tomando el sol y jugando a los bolos».

Instantes después observó «la presencia de dos policías nacionales en el comedor» y les preguntó qué es lo que ocurría. «Cuando me dijeron que había un aviso de bomba, les conté lo que había visto», añadió Vivanco, quien afirmó que, tras la inspección ocular de estos policías de la mochila, se dio la orden de desalojo.

Unos 170 huéspedes del hotel han sido trasladados a últimas horas de la tarde a varios hoteles de la misma cadena «Ona Sol», en el municipio de Benidorm.

Cerca del 80 por ciento de estas personas, todos ellos de edad avanzada, son británicos y llegaron al hotel a través del tour operador SAGA, y el resto son grupos de españoles.