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El lehendakari, Juan José Ibarretxe, tendrá un Gobierno continuista en el que sólo introducirá tres cambios con respecto de su anterior gabinete, lo que fue criticado ayer por la oposición por suponer una continuidad de una legislatura que consideran negativa.

El mantenimiento de la estructura básica del Ejecutivo fue criticado por la oposición, ya que PSE-EE y PP consideraron que es continuista de un Gobierno, el anterior, con cuya gestión fueron críticos. El coordinador de la Ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares, afirmó que éste es «un Gobierno más débil, con sólo 32 votos, uno menos que el anterior, hecho por quienes se presentaron a las elecciones buscando obtener mayoría absoluta y recibieron un fuerte varapalo que, sin embargo, no les ha hecho rectificar lo más mínimo», añadió.

La Presidencia del Gobierno vasco hizo público ayer la composición del nuevo Ejecutivo, que tomará posesión mañana, en el que cambian dos consejeros propuestos por Eusko Alkartasuna y uno del PNV. Los nuevos consejeros son Nuria López de Guereñu (PNV), responsable de Transportes y Obras Públicas, José Antonio «Tontxu» Campos (EA), en Educación, y Esther Larrañaga (EA), en Ordenación del Territorio y Medio Ambiente.

El reparto de carteras entre partidos sigue igual respecto del anterior tripartito, ya que el PNV tendrá, a parte del lehendakari y la vicepresidencia, a la que se adjunta Hacienda y Administración Pública, las carteras de Interior, Industria, Sanidad, Cultura, y Agricultura y Pesca. EA mantendrá las áreas de Justicia, Empleo y Seguridad Social, mientras que Ezker Batua seguirá dirigiendo Vivienda y Asuntos Sociales.