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OTR/PRESS-SALAMANCA
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó ayer entrar en lo que consideró «falsas polémicas» respecto a las declaraciones aprobadas por la Cumbre Iberoamericana sobre temas relacionados con Cuba y el malestar expresado por Estados Unidos tras los primeros borradores.

Los documentos habían sido negociados por los ministros de Exteriores y los borradores habían despertado una reacción de la Embajada de Estados Unidos, que calificó de «inquietantes» las noticias y el que los textos se pudieran interpretar como apoyo a Fidel Castro. Ayer, en un segundo comunicado, la misma Embajada habló de «excelentes» relaciones con el Gobierno español y reconoció el papel del Ejecutivo y del rey Juan Carlos como anfitriones de la Cumbre.

Así se expresó en rueda de prensa tras la XV Cumbre Iberoamericana de Salamanca, que aprobó un texto de condena al «bloqueo económico, comercial y financiero» de Estados Unidos a Cuba y otro sobre terrorismo, con un respaldo a las gestiones para «lograr extradición o llevar ante la justicia» al presunto terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles, detenido en Estados Unidos y cuya entrega reclama Venezuela para juzgarle por un atentado contra un vuelo de Cubana de Aviación en 1976, en el que murieron 73 personas.

Entre un comunicado y otro, el ministro de Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, habló con el embajador Eduardo Aguirre. Además, los jefes de Estado y Gobierno matizaron los textos, de modo que el bloqueo queda precisado en el título del texto como «económico, comercial y financiero» y la extradición de Posada Carriles queda como alternativa a la posibilidad de que sea juzgado en otro país, incluso en EEUU.