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El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, planteó ayer la fórmula «identidad nacional» como alternativa al término «nación» para definir a Catalunya, y pidió la colaboración leal y sin temores de todos los grupos en una reforma estatutaria que está convencido que culminará con éxito.

En su intervención ante el pleno del Congreso, Zapatero defendió la tramitación de la iniciativa y su aprobación con una serie de modificaciones en varios apartados. Precisó el presidente del Gobierno que el debate no era sobre la reforma de la Constitución, sino sobre el valor de la misma, y se comprometió a que la reforma estatutaria que se apruebe se atendrá a los principios de libertad de todos los españoles, solidaridad e igualdad de derechos entre españoles.

«Si así lo hacemos, y estoy seguro de que estas Cortes culminarán con éxito este empeño, podremos decir que España estará más unida porque estará mejor unida», añadió.

Zapatero subrayó que empieza el tiempo del acuerdo, la conciliación, el consenso y «el fin de la intransigencia», y consideró que, por respeto al Congreso, a la soberanía popular y a la Constitución, nadie debe quedar al margen del proceso.

Zapatero fijó su posición ante los aspectos más polémicos de la propuesta estatutaria, entre ellos el relativo al término nación. Al respecto, aseguró que Catalunya tiene identidad nacional y eso es perfectamente compatible con el artículo 2 de la Constitución, que considera a España como nación de todos. Unas palabras de las que, según precisaron fuentes del Ejecutivo, se desprende que la fórmula «identidad nacional» es la que defiende Zapatero como alternativa al término «nación».