TW
0

Los partidos políticos opinaron sobre el tradicional mensaje de Navidad del Rey, del que el PSOE valoró especialmente que hiciera una apuesta por el «diálogo y el consenso», mientras que el PP prestó más atención al hecho de que destacara la necesidad de defender la Constitución «entre todos».

Elorriaga añadió que cobraban especial relevancia sus referencias a los «éxitos» de los españoles y al papel que en estos éxitos «ha cumplido la Constitución» y elogió que hubiera hablado de los más desfavorecidos, los problemas sociales y de la creciente inmigración.

Izquierda Unida vio en el discurso de don Juan Carlos una «excesiva autocomplacencia» al hablar del crecimiento de España y de «ensimismamiento» al referirse al nacimiento de la infanta Leonor.

Entre los nacionalistas, mientras CiU y Coalición Canaria coincidieron con el jefe del Estado en que hay «demasiada confrontación política», el PNV señaló que compartía los «valores universales» que puso de relieve en su mensaje, esperando que también se hicieran efectivos en el País Vasco.

El secretario general del grupo socialista en el Congreso, Diego López Garrido, valoró su discurso «de optimismo, de esperanza y de futuro», y remarcó en particular el «llamamiento» a combatir la exclusión social que hizo don Juan Carlos.

Aseguró compartir con él la «necesidad» de que los problemas políticos y sociales «se superen» con el diálogo y el consenso, el cual recordó que «es una característica de la nueva etapa política».

Desde el PP, su secretario ejecutivo de Comunicación, Gabriel Elorriaga, afirmó que las palabras del Rey expresaron «los sentimientos y las preocupaciones de la mayoría de los españoles» e hizo hincapié en que destacara el papel de la Constitución en la convivencia y «la necesidad de preservarla entre todos».

También señaló que el PP coincide en la necesidad de «superar rencores y divisiones» y que los valores de reconciliación, concordia y consenso que hicieron posible la Transición «imperen en los debates y reformas que están planteados».

Sin embargo, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, vio «excesiva autocomplacencia y ensimismamiento» en las palabras del Rey, en las que no obstante reconoció un discurso «de normalidad democrática frente a tanta crispación artificiosa».

En cuanto a las reacciones en el ámbito nacionalista, en Catalunya, el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, apostó por «rebajar la tensión política porque la víctima directa siempre es Catalunya». Así, consideró la moderación «imprescindible» en las negociaciones.