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El Gobierno no se fía de la oferta de acuerdo sobre el proyecto de Estatut lanzada el martes por el líder del PP, Mariano Rajoy. De hecho, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, recordó unas palabras de Rajoy el pasado 2 de noviembre sobre el debate del Estatut: «El grupo 'popular' no está dispuesto a servir de coartada en este fraude, ni a legitimar la ilegalidad». Así, el Ejecutivo eludió pronunciarse sobre cualquier tipo de pacto o «gesto» con el PP. Desde las filas del PP, su portavoz, Eduardo Zaplana, urgió al presidente Zapatero a decidir si acepta o no la oferta de Rajoy por suponer «una de las últimas oportunidades que le quedan» para reconducir «la crisis». Además, el 'popular' calificó de «chapuza» las enmiendas presentadas por el PSOE al Estatut.

El socialista Diego López Garrido expresó muy gráficamente las reticencias que también tiene el PSOE respecto a la oferta de Rajoy y la intención del PP: «llegan con intenciones inquietantes. Tienen tantas contradicciones que han entrado dando coces, a regañadientes y protestando. Quieren jugar, pero dando patadas en la espinilla».