Batasuna pidió ayer a los partidos nacionalistas vascos que se unan
a la formación ilegalizada para «articular una respuesta común»
ante la prohibición del congreso que la organización pretende
celebrar el sábado en Barakaldo.
Imaz afirmó que el PNV no va a actuar «ni desde la precipitación ni
desde la desmesura» ante la decisión del juez de la Audiencia
Nacional, una «muy mala noticia» que, a su juicio, vulnera derechos
fundamentales.
Batasuna ha decidido mantener la convocatoria, a pesar de la
prohibición de ésta y de sus actividades políticas por parte de la
Audiencia Nacional española. Batasuna opina que esta decisión
judicial «no contribuye a favorecer una solución de paz para el
País Vasco».
En cualquier caso, la coalición abertzale está encontrando apoyo
en los partidos nacionalistas vascos. El presidente del PNV, Josu
Jon Imaz, aseguró que la Audiencia Nacional ha actuado en este caso
como un «tribunal de excepción» y anunció que se reunirá con los
dirigentes abertzales antes del sábado. «Si Grande-Marlaska lo
impide, iremos a nuestra sede, o a la de Batasuna, en Bayona, qué
ridículo», dijo Imaz, que encabezará la delegación del PNV en ese
encuentro.
EA, por su parte, «no descarta una expresión popular masiva en
favor de los derechos políticos y civiles» para que «el pueblo
vasco se posicione», aunque considera que dicha expresión -rehusó
especificar qué tipo de acto sería- «debe estar separada
temporalmente» del congreso del sábado.
Antes de reunirse con EA, Otegi aseguró que el auto del juez
Fernando Grande-Marlaska tiene el «objetivo político» de que no se
abran escenarios de soluciones y se mantengan las
confrontaciones.
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