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El dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi afirmó ayer, justo antes de comparecer como imputado en la Audiencia Nacional por dos delitos de enaltecimiento del terrorismo, uno de ellos por el acto celebrado por la formación en Anoeta el 14 de noviembre de 2004, que la propuesta que se hizo pública entonces «ha dado frutos y va a seguir dando frutos en las próximas semanas, a no dudar».

Otegi, que agradeció la presencia en Madrid de representantes de partidos políticos, como Aralar y Eusko Alkartasuna, y de sindicatos, como LAB, llegó a la Audiencia Nacional en un autobús del que se bajó una decena de personas que despacharon a empujones a los fotógrafos y cámaras de televisión que aguardaban la presencia del representante de la formación ilegalizada. Los tiras y aflojas se sucedieron hasta llegar a la puerta de la Audiencia, donde el líder abertzale hizo su breve declaración.

Arnaldo Otegi señaló que Anoeta fue «una propuesta para una paz justa, estable y duradera en el País Vasco y en el Estado español» y que «ha dado frutos y va a seguir dando frutos en el futuro», por lo que espera que algún día la historia lo reconozca.

A pesar de que en un principio estaba previsto que Otegi y los también responsables de Batasuna Joseba Alvarez Forcada y Joseba Permach comparecieran sólo ante el juez central de Instrucción número 6, Félix Degayón, por el acto de Anoeta, a continuación se desplazaron al Juzgado Central de Instrucción número 4, donde se imputa al primero un delito de enaltecimiento por un homenaje al preso de ETA que lleva más tiempo en prisión.

Además, la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional comunicó a Otegi que su primer juicio en esta sede judicial, desde que perdió su condición de aforado y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco remitió sus causas, se celebrará los próximos días 15 y 16 de marzo. El fiscal pedirá para él en esta causa 17 meses de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo por el homenaje que se realizó al etarra fallecido José Miguel Beñarán Ordeñana, «Argala», el 22 de diciembre de 2003 en la plaza Argala de Arrigorriaga (Vizcaya).

Ante el juez Félix Degayón, tanto Otegi como Alvarez y Permach se limitaron a insistir en que el acto de Anoeta trataba de presentar una propuesta de paz que hicieron en el ejercicio de sus derechos como ciudadanos y parlamentarios. El magistrado imputa a Otegi los delitos de enaltecimiento del terrorismo, reunión ilícita y desobediencia, y los dos primeros delitos a los otros dos imputados.