El Gobierno niega, por tanto, que trabaje con el horizonte de una
tregua. Eso supone mantener la guardia alta ante posibles atentados
y, según explicó López Aguilar, no hacer cambios en la política
penitenciaria, que el Ejecutivo central no traspasará al vasco.
Alonso pidió «que se tome el tema con la menos ansiedad, la mayor
tranquilidad posible y la mayor prudencia» y se mostró convencido
de que el debate público sobre una tregua no tiene por qué
perjudicar a un supuesto proceso de paz. «Lo que pide es que se
mantenga en esas claves de tranquilidad y prudencia», dijo.
La mayoría de los periódicos llevaban ayer a sus páginas
informaciones sobre una tregua de ETA. Hablaban de un alto el fuego
inmediato, que la banda terrorista anunciaría de forma solemne y
que permitiría abrir el proceso de paz. «El Gobierno no trabaja con
rumores ni con especulaciones», dijo el ministro de Justicia, Juan
Fernando López Aguilar. «No intentemos escribir una historia
anticipándonos, como si fuéramos futurólogos, a algo que todavía no
se produce», añadió el titular de Interior, José Antonio
Alonso.
Pernando Barrena, dirigente de Batasuna, aseguró que hay «falta
de rigor» en las informaciones que apuntan a una tregua inminente.
Como ya dijo Otegi, el proceso de paz es para Batasuna «mucho más»
que ese alto el fuego. «La oportunidad se va a dar», dijo el
lehendakari. Ibarretxe aseguró que, ante ese escenario, los
responsables políticos deben «estar preparados y a la altura de las
circunstancias para aprovecharla». «Sé que está de moda hablar de
paz y trasladar mensajes en términos de optimismo a la sociedad,
pero sigo pensando que hay que comportarse con discreción, entre
otras cosas porque son tantos los disgustos que nos hemos llevado
con estos temas y tantas las vueltas atrás que se han producido a
lo largo de la historia», añadió.
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