OTR PressMadrid17/02/06 0:00
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El Indice de Precios de Consumo (IPC) bajó el 0,4% en enero, aunque la tasa interanual repuntó hasta el 4,2%, el dato más alto desde junio de 2001, debido, sobre todo, a la evolución alcista de los productos energéticos. Los datos del IPC, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran otro histórico índice negativo: el diferencial con la zona euro, que alcanzó los 1,8 puntos porcentuales, el mayor desde 1997, cuando comenzó a calcularse.

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, señaló ayer que el dato del 4,2% en tasa interanual no puede considerarse favorable, especialmente por el «ensanchamiento del diferencial con la zona euro». Sin embargo, indicó que «hay bases razonables para pensar que es un dato atípico, que se irá corrigiendo a partir del primer trimestre y, si los precios de la energía se mantienen estables, este dato marcará un máximo en el año».

La rúbrica que más contribuyó a la caída de la inflación en enero fue el vestido y el calzado, pero el 'efecto rebajas' no pudo con la subida del transporte, el gasóleo y la vivienda que llevaron a la inflación interanual a cumplir las peores previsiones.

La subida de precios del primer mes del año ha estado muy influenciada por el incremento de precios energéticos. De hecho, entre los grupos que han presentado un mayor incremento en los últimos doce meses destaca el transporte (un 7,9%), que refleja la subida de precios de los carburantes y lubricantes, y la vivienda (un 7,8%), que también responde al comportamiento de los precios del gas, la electricidad y el gasóleo para calefacción.

Curiosamente, una de las noticias más favorables para conformar el IPC de enero fue la «guerra de precios» de las tabaqueras, que con sus coyunturales bajadas del precio de la cajetilla contribuyeron a limar una décima al índice.

En Balears, el IPC de enero bajó precisamente cuatro décimas, y el interanual un 4,2%, correspondiéndose con la cifra media del ámbito estatal. El precio de los alimentos registró el mes pasado en el ámbito balear un incremento del 0,8% en relación a diciembre, por debajo de la media nacional, que fue del 0,9%, siendo la carne de pollo el epígrafe más inflacionista de la cesta de la compra.