La iniciativa, que pretende acercar a los países islámicos y a los
de Occidente, está promovida también por el primer ministro turco,
Recep Tayip Erdogan. El pasado lunes, Rice conversó por teléfono
con Moratinos, que se hallaba de gira por el Cono Sur americano,
sobre la reacción musulmana a la publicación de las caricaturas de
Mahoma en varios periódicos europeos y le expresó su interés por la
Alianza de Civilizaciones y por las aportaciones que podría hacer
ante una situación como esa.
El ministro de Exteriores español aseguró ayer en Roma, donde
realiza una breve visita, que el apoyo de EEUU a la Alianza de
Civilizaciones «no es nuevo», aunque la novedad es que se afirma
por escrito, y señaló que este respaldo «refuerza el apoyo general
de la comunidad internacional». La Alianza de Civilizaciones fue
propuesta por el presidente del Gobierno español, José Luis
Rodríguez Zapatero, ante la Asamblea General de la ONU en 2004.
Moratinos recordó ayer que EEUU «siempre mostró interés en la
iniciativa», aunque «después de mi última conversación con Rice, y
dada la situación actual, la voluntad de participar se ha hecho
explícita». Destacó que este apoyo, «viniendo de EEUU, es
importante para mantener esta iniciativa en la parte más alta de la
diplomacia multilateral». Esta muestra de respaldo de Washington se
concretará, según explicó Moratinos, en la contribución a programas
y proyectos específicos, como indica la misiva de Rice.
«Saludamos el espíritu y la propuesta que hace la administración
americana de participar en los programas y proyectos específicos
que puedan establecerse en el marco de la Alianza de
Civilizaciones», dijo el ministro, quien calificó como una «buena
noticia» este respaldo.
Mientras tanto, el portavoz del Partido Popular en la Comisión
de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, mantuvo
ayer que la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones es un
«inmenso disparate» y pidió que se vuelva a la noción de Diálogo de
Civilizaciones que propugnó el PP y el ex presidente Aznar, en su
última etapa de Gobierno. «Resulta chocante que el PSOE sea incapaz
de reconocer, y más aún el Gobierno, el inmenso disparate de la
Alianza de Civilizaciones. No es una iniciativa irresponsable y
vacía como dicen algunos, sino una que tiene derivaciones y
consecuencias potencialmente devastadoras», señaló De
Arístegui.
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