Vista de la cabecera de la manifestación que ayer recorrió el centro de Madrid con la pancarta «Por ellos, por todos, en mi nombre no».

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Una multitudinaria manifestación recorrió ayer, por tercera vez en poco más de un año, las calles de Madrid para exigir al Gobierno, en nombre de las víctimas, que no negocie con ETA y con una nutrida presencia de dirigentes del Partido Popular. Con incontables banderas de España y con el lema «Por ellos, por todos, ¡...... en mi nombre, no!» 110.000 personas -según la Delegación del Gobierno-, 1.400.000 -según la Comunidad de Madrid- y 1.750.000 -según los convocantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT)- recorrieron durante dos horas bajo una fría lluvia la calle de Serrano de la capital.

El presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, fue el encargado de leer el manifiesto con el que se puso fin a la manifestación y en el que advirtió de que a los etarras «no se les puede premiar porque lleven mil días sin matar». En medio de constantes interrupciones por los aplausos, Alcaraz afirmó que «las víctimas y la sociedad no estamos dispuestos a someternos al vergonzoso, demencial y siniestro proceso de pacificación que el Gobierno ha puesto en marcha".

La marcha, que partió a las 17:30 horas de la plaza de la República Argentina donde ya aguardaban miles de personas, tuvo dos cabeceras: una primera, con la pancarta principal y en la que estaban situadas las víctimas y una segunda, metros detrás, con dirigentes del PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, que portaban una pancarta con el lema «Memoria, dignidad y justicia».