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La Comisión Constitucional del Congreso y la delegación del Parlament de Catalunya que debaten la reforma del Estatut de esa comunidad aprobaron ayer el Título preliminar, del que se han eliminado las referencias a la nación catalana aunque permanecen sus «símbolos nacionales». Tras más de ocho horas de debate en la primera jornada de trabajo, en los que intervinieron tanto los portavoces de los grupos del Congreso como los del Parlament de Catalunya, el Título preliminar, que define la identidad, los símbolos, la lengua, la capitalidad y el marco político de Catalunya, entre otras cuestiones, se aprobó gracias a los votos de PSOE, PSC, CiU e IU-ICV.

El acuerdo consiste en eliminar del título del artículo el término «nacionales» para dejarlo en «Símbolos de Cataluña», aunque ese adjetivo se mantiene en el texto: «Cataluña, definida como nacionalidad en el artículo 1, tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta y el himno». ERC mantuvo su anunciada oposición, al igual que el PP, que en una primera intervención de su presidente, Mariano Rajoy, hizo un repaso a los aspectos que hacen que el texto sea, pese a las modificaciones, claramente inconstitucional para los populares.

Por el contrario, PP y ERC se manifestaron en contra de la nueva redacción de este Título, aunque por motivos muy diferentes, ya que mientras los populares insistieron en que es «inconstitucional», los representantes del partido independentista alegaron que desnaturaliza el pacto alcanzado en el Parlamento catalán. Por tanto, el texto aprobado es el mismo que salió de la ponencia con la excepción del artículo octavo, uno de los asuntos que quedaban pendientes de acuerdo y que cerraron horas antes de iniciarse los trabajos de la Comisión socialistas, CiU e ICV.

Rajoy, que abrió la jornada con la defensa de las enmiendas que mantiene su partido, cargó de forma muy dura contra el texto que en su opinión tiene los mismos «vicios y defectos» que el salido del Parlamento de Cataluña, es «ininteligible», «retrógrado» y obedece, a la pretensión de construir un «pseudo-Estado» a cambio de «debilitar el Estado español».