A la manifestación de hoy se ha sumado el sindicato LAB y otros
grupos 'abertzales'. Pastor pidió que no haya actos ilegales,
porque «tanto por parte del juez como de la Consejería del
Interior, se ha dejado muy claramente establecido» que supondría
delito.
Pastor señaló que «no se entiende mucho que estén continuamente
intentando forzar la máquina cuando saben perfectamente que deben
hacerlo bajo las reglas de la democracia, como todo el mundo».
Desde el PSE-EE se considera esta convocatoria como una
estrategia lanzada desde posiciones 'abertzales' para realizar una
«prueba de fuerza», una «especie de reto que lanza al resto de
partidos nacionalistas, especialmente el PNV, para que se retraten
en su apoyo o no a determinadas posiciones que mantiene la
izquierda nacionalista».
El dirigente socialista cree que deberían mantener una «cierta
tranquilidad», en referencia a Batasuna, EA y «algún otro partido»,
que «después de 30 años de soportar la violencia terrorista,
parecen incapaces de esperar ahora dos meses hasta que se verifique
el alto el fuego».
El coordinador de la Ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares,
consideró ayer que con sus críticas al nuevo ministro del Interior,
el presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, «se ha quitado
la careta: vuelve a convertirse en el dirigente radical y etnicista
rezumando rencor y odio».
«Con estas declaraciones -sostuvo Ares- Egibar se retrata y
vuelve a defender una política radical, del pasado, que quiere
propiciar divisiones entre nacionalistas y no nacionalistas».
El sindicato LAB, por su parte, anunció ayer su adhesión a la
manifestación de hoy en defensa de «los derechos civiles y
políticos», y realizó un llamamiento a su militancia para que
participe en la marcha con el objetivo de «plantar cara a
estrategias de represión y persecución política que ya no tienen
cabida en el nuevo escenario político».
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