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OTR/PRESS-BARAKALDO
El nombramiento como nuevo titular de Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba trajo ayer nueva polémica y se convierte en el penúltimo reproche entre Gobierno y oposición, esta vez de la boca del secretario de Organización del PSOE, José Blanco.

El secretario de Organización del PSOE criticó ayer por enésima vez, durante la clausura del Congreso Extraordinario de las Juventudes Socialistas de España, en Barakaldo, la «turbia y aventajada estrategia de la crispación que aplican los dirigentes del PP».

Si el presidente del Partido Popular Mariano Rajoy afirmó que su formación política no se fía de Rubalcaba porque existen «puntos oscuros» en su biografía, ahora Blanco ha contestado que lo «único oscuro que hay en este país» es su «futuro político», así como el de Acebes y Zaplana y que esto sólo lo evitarán si abandonan el resentimiento y el partidismo.

Señaló Blanco que desde el PP creen «muy rentable» esta estrategia, pero que en realidad «les está alejando cada vez más de la mayoría, de la mayoría de la sociedad española».

Así, aconsejó al partido mayoritario de la oposición que «abandone el resentimiento y el partidismo» ya que todo se lo toman «a pie cambiado». Dijo Blanco que los 'populares' deberían pensar en España, en los españoles y en la paz», ya que a su juicio «sólo así podrán salir y tener porvenir». «Éstos -en referencia a Rajoy, Acebes y Zaplana«- sí que tienen un futuro bastante oscuro si no cambian su discurso y su estrategia», afirmó.

Por otro lado, Blanco quiso responder a las críticas al pasado político de su colega de partido con otras al ex presidente del Gobierno José María Aznar.

En este sentido, aseveró que el ex presidente Aznar «con sus mentiras, con su guerra y con sus previsiones sucesorias, condujo a su partido al pozo de la derrota en las urnas».

Ahora -continuó- Aznar, «desde el fondo del pozo sigue tirando de la cuerda» para impedir que su partido «salga a la superficie».

Blanco también tuvo palabras en torno a la polémica que rodea al Estatuto catalán y criticó al PP, tanto «el de Fraga» como «el de Aznar y Rajoy» por no entender que una «España cohesionada no es lo mismo que una España uniforme» y que no es lo mismo un país unido que un país centralizado.

Reprochó, así, a Mariano Rajoy que «se niegue a entender que la reforma de los Estatutos de Autonomía «amplía el Gobierno de las comunidades autónomas y sirve para fortalecer la unidad y para hacer que el estado de las autonomías funcione mejor».

Señaló que en el fondo del problema está el hecho de que desde el PP se piensa que «unidad equivale a centralismo» y, precisamente, el PSOE considera lo contrario, que «el centralismo es lo que históricamente más ha dividido y más ha desunido a los españoles entre sí y lo que ha generado más desigualdad entre los territorios de España.

Con todo, Blanco se comprometió a apoyar los planes de reformas que presenten en el Congreso de los Diputados los presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el PP, si lo que proponen les parece «positivo para las comunidades autónomas» y «razonable para el conjunto de España».

Por último, Blanco se refirió al alto el fuego permanente de ETA y dijo que se viven en nuestro país «tiempos de esperanza y de paz».