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OTR PRESS-MADRID
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro Irlandés, Bertie Ahern, acordaron el pasado 24 de marzo tras reunirse en Bruselas, que repetirían el encuentro en Dublín para analizar la decisión de abandono de las armas de ETA.

A pesar de que la reunión se esperaba en las semanas siguientes al primer encuentro y que Ahern afirmó el 29 de marzo ante el Parlamento irlandés que se produciría «dentro de poco», Zapatero ha decidido «ir con cautela» y dar primero «unos pasos a nivel interno» antes de abordar con otros mandatarios extranjeros la marcha del proceso iniciado con la tregua.

Sin embargo, según fuentes diplomáticas irlandesas, el jefe del Ejecutivo español ha pedido más tiempo a Ahern para verificar en primer lugar el compromiso de la organización terrorista en la aplicación del alto el fuego anunciado el 22 de marzo.

Por otro lado, las mismas fuentes apuntaron la posibilidad de que el presidente del Gobierno de España intercambie impresiones con Ahern en la Cumbre Unión Europea-América -11 y 12 de mayo en Viena-, donde tendría oportunidad de hacer lo propio con el primer ministro británico, Tony Blair, o los dirigentes franceses.

El alto el fuego de la banda terrorista suscitó el interés de algunos líderes europeos en la pasada Cumbre Europea en Bruselas, entre ellos Bertie Ahern, cuyo país ha seguido el terrorismo en el Ustler del Ejército Republicano irlandés (IRA), organización implicada en un proceso e paz tras decidir el abandono de las armas. Zapatero explicó en aquella ocasión que conversó con Ahern para intercambiar información y agradeció la colaboración del primer ministro irlandés y de su homólogo británico, al tiempo que juzgó que la colaboración de Londres y Dublín, dada su experiencia en el proceso de paz norirlandés, podría ser «extraordinariamente útil».

Por su parte la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao, depositó ayer un voto de confianza en José Luis Rodríguez Zapatero a propósito de la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior. Señaló al respecto que si Zapatero ha nombrado a una persona «de su máxima confianza en una coyuntura como la actual, merece todo el respeto del mundo».