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El Gobierno cree que, por los indicios que tiene y por las declaraciones realizadas por los dirigentes de Batasuna, los ataques de la «kale borroka» del fin de semana no responden a una orden previa, y elogia la «posición ponderada y prudente» que está adoptando el líder del PP, Mariano Rajoy.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, reiteró el rechazo del Gobierno a todo tipo de violencia y subrayó que el Ministerio del Interior está trabajando a fondo para conocer a los autores de los ataques de Barañáin y Getxo, actos que dijo que son «dos atentados incompatibles con el proceso de paz».

Aseguró que se conocerá a los responsables de los mismos y la opinión pública será informada de ello, pero señaló que, por las declaraciones del lunes (en alusión a las palabras de Joseba Permach calificando de «muy graves» esos ataques) y por los indicios de que dispone el Gobierno, no hubo orden previa para perpetrarlos.

«Creo que cada vez nos acercamos más a que no se trata de una orden, pero habrá que esperar al resultado de las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», añadió.

En cualquier caso, el secretario de Estado aseveró que, aunque se trate de hechos aislados y descontrolados, han de combatirse «sin la más mínima excusa», y, en ese sentido, señaló que la violencia no puede calificarse de alta o baja intensidad, porque toda es rechazable.

Repitió que el Gobierno «toma nota» de la posición de Batasuna ante los ataques del fin de semana y que, con ella, «están iniciando el camino que todos deseamos», pero precisó que «ese camino hay que recorrerlo en su totalidad, y, para ello, hay que cumplir la ley».

Moraleda fue preguntado por la posibilidad de que esos ataques puedan alterar el calendario previsto para la verificación del alto el fuego de ETA y la posible comparecencia del presidente del Gobierno en junio en el Congreso para pedir el aval al inicio de un diálogo con la banda terrorista.