El nuevo jefe del Ejército, Carlos Villar, bromea con su antecesor, José Antonio García, en el acto de ayer.

TW
0

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, aseguró ayer que el cambio del Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), cargo que asumió ayer el general Carlos Villar Turrau, representa «un cambio de conductor, pero no de dirección» en la labor de las Fuerzas Armadas (FAS).

Ya en el Cuartel General del Ejército, Villar Turrau afirmó que su tarea es «mirar al futuro» y contribuir a seguir teniendo unas FAS «modernas y eficientes» para que España pueda cumplir sus compromisos en el exterior y en la UE. Dijo compartir con su predecesor su interés por «mirar poco y escasamente hacia atrás, pocas veces y poco tiempo», y destacó la preparación de las FAS, en especial, en las tareas asignadas en el exterior.

Alonso, que presidió la toma de posesión del nuevo JEME, consideró «oportuno» el relevo para «recorrer el nuevo tramo del camino, que es distinto del anterior, pero que persigue la misma meta: lograr unas FAS cada vez más eficaces, profesionales y operativas, que es justamente lo que demanda nuestro país».

Villar Turra tomó posesión como JEME en un acto celebrado en el Ministerio de Defensa y, posteriormente, en el Cuartel General del Ejército, recibió el bastón de mando de su antecesor, José Antonio García González, que ocupaba el cargo desde junio de 2004.

El Gobierno aprobó el viernes el relevo en la jefatura del Ejército de Tierra, que, según la vicepresidente primera, María Teresa Fernández de la Vega, no guarda relación con el llamado «caso Mena». El hasta ahora JEME tuvo que afrontar la polémica surgida por el discurso del teniente general José Mena durante el acto institucional de la Pascua Militar en Sevilla, en el que señaló que las FAS tendrían que intervenir si algún estatuto de autonomía sobrepasase los límites de la Constitución.

Alonso agradeció ayer a García González «su larga e impecable carrera militar», «el honor y honestidad» con que ejerció su labor al frente del Ejército de Tierra y el «buen trabajo» de la misión española en Afganistán, de la que dijo sentirse «legítimamente orgulloso».

Del nuevo JEME, destacó su «profesionalidad» y su experiencia en las organizaciones internacionales de Defensa a las que pertenece España. También valoró su especialización en el ámbito tecnológico y de las telecomunicaciones, «cada vez con mayor importancia en el proceso de transformación» de las FAS.

Elogió a García González, al que consideró el «inspirador, si es que no el autor material, de toda las reformas que han hecho posible esta profunda modernización que ha sufrido el Ejército en el último cuarto de siglo».