Artur Mas, saludando anoche a sus partidarios desde un céntrico hotel barcelonés. Foto: A. DALMAU/EFE

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Se conocen los resultados y quién ha ganado, pero lo que todavía no se sabe es quién gobernará la Generalitat de Catalunya durante los próximos años. Convergència i Unió logró la victoria tanto en escaños, con 48, como en número de votos, con más del 31,5 por ciento de los sufragios. El PSC fue el gran derrotado de la jornada, ya que de ser la formación más votada hace tres años, ha pasado a perder cinco escaños y con casi el 27 por ciento de los votos obtiene 37 diputados.

En todo caso el combate 'CiU versus tripartito' se salda a favor de estos últimos, pero por un estrecho margen, ya que con los 21 diputados de ERC y los 12 de ICV-EUiA volvería a lograr mayoría absoluta, con 70 diputados. La gran sorpresa de la jornada electoral la protagonizó Ciutadans al entrar en el Parlament con 3 diputados. La abstención se situó por encima del 43 por ciento, casi seis puntos más que en los anteriores comicios que fue del 37,5 por ciento.

El partido que preside Artur Mas ha ganado las elecciones tanto en escaños como en número de votos, consiguiendo dos diputados más que hace tres años. CiU, que roza el millón de votos, ha ganado en las cuatro circunscripciones y en todas las comarcas salvo en tres. Y aunque hay muchas posibilidades de verle finalmente presidiendo la Generalitat en una reedición del tripartito, si hubo algún derrotado en la noche electoral ese fue José Montilla. El PSC ha visto como sus votos bajaron en casi un cuatro por ciento y dejó de ser así la primera fuerza en número de votos. Con 37 diputados, ha perdido cinco escaños y sólo ha conseguido la victoria en 3 de las 41 comarcas catalanas, entre ellas el Barcelonés, por poco más de 1.000 votos sobre CiU.