Los presuntos etarras, quienes fingían ser escritores, habían alquilado la casa hace más de un mes en la aldea de Quezac (Lozere), de 250 habitantes.
Junto a Garro Pérez, de 31 años, fueron detenidos su compañera y presunta ex colaboradora del «comando Barcelona», Marina Bernadó, y el que podría ser su lugarteniente en logística, Ekain Mendizabal.
La captura del supuesto jefe de logística de ETA se produce cinco meses después de la neutralización de una importante red de extorsión de la organización terrorista.
Las operaciones de registro, que se prolongaron hasta altas horas de la noche del miércoles, se reanudaron el jueves por la mañana en la vivienda rural y alrededores.
Se prevé que los tres detenidos sean trasladados hoy a París para que continúe su interrogatorio.
Según los primeros resultados del registro, en la finca se hallaron al menos dos pistolas automáticas, siete detonadores y otros materiales para fabricar explosivos, como polvo de aluminio y componentes electrónicos, pero no en grandes cantidades.
También había tres computadoras portátiles, cuyo contenido habrá de examinarse, abundante documentación, y un automóvil robado, pero no se ha encontrado ningún arsenal de armas en las excavaciones realizadas en torno a la casa.
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