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El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, anunció ayer que la coalición «ya no forma parte de la relación preferente» con el Gobierno, tras dos años y medio de legislatura. En este sentido, abogó por establecer una relación «exigente y alternativa» y articular un «bloque de izquierdas» que represente a la izquierda que no se siente representada con un Gobierno que «gira claramente» a la derecha.

La organización quiere garantizar la prevalencia de políticas de izquierdas en el ámbito municipal y autonómico, algo para lo que es «fundamental que IU presente candidaturas plurales, representativas y abiertas», al tiempo que puso como ejemplo de gestión a lo hecho por el partido en Seseña (Toledo). En este sentido, abogó por una IU con capacidad de influencia y decisión, interlocutora dentro de la situación política actual, que protagonice una oposición «alternativa y exigente, influyente también», con agenda propia.

Llamazares quiere mejorar «sustancialmente la participación ciudadana frente a gobiernos que expulsan a los ciudadanos de la gestión, defender los servicios públicos frente a la especulación privatizadora, y mostrarse en favor de la sostenibilidad y del medio ambiente». En la apertura del Consejo Político Federal de IU, Llamazares apostó por la articulación de un «bloque de izquierdas» que represente a esa parte de la izquierda que no se siente representada o está integrada en organizaciones minoritarias.

El coordinador de IU advirtió que el Gobierno socialista «gira claramente» a la derecha, tal y como se puede apreciar tanto en sus acuerdos con la jerarquía eclesiástica, tanto en financiación como en materia educativa, como en el debate de la Ley de Memoria Histórica, que se sitúa en la «equidistancia, cuando la mayoría de la ciudadanía lo que quiere es la justicia para los que hicieron la lucha por la democracia y la libertad».