Miles de personas secundan la convocatoria ilegal del movimiento Pro Amnistía en San Sebastián. La Ertzaintza impidió la marcha.

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, da por roto el proceso de paz tras el atentado de la banda terrorista ETA en el aeropuerto de Madrid-Barajas y, sin embargo, mantiene su «determinación» y «convencimiento» de que es posible «ganar el fin de la violencia y conseguir la paz». Así se expresó ayer en una conversación informal con periodistas durante la celebración de la Pascua Militar, donde matizó las palabras del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y aseguró que el Ejecutivo «siempre» ha tenido «toda la información que puede tener» respecto a ETA y sus intenciones.

Zapatero no dudó en expresar su «amargura» por las dos víctimas mortales causadas por el atentado de ETA en el aparcamiento de la T4, una acción terrorista que calificó de «grave error que sólo ha provocado dolor». En este sentido, el presidente quiso dejar muy claro que el atentado del 30 de diciembre ha puesto «punto y final» al proceso de paz que se inició con el alto el fuego permanente decretado por la banda armada en marzo.

Sin embargo, reiteró su «convencimiento» y «determinación» de que es posible «ganar el fin de la violencia y conseguir la paz», y para ello empeñará «todo lo que sea necesario», porque entiende que es su obligación como presidente del Gobierno y que los ciudadanos le eligieron en las urnas para abordar problemas de esta trascendencia. Así, la ruptura del proceso de paz no cambia sus ánimos esperanzados de acabar con ETA por «los caminos de la democracia y los principios democráticos».