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OTR/PRESS-SAN SEBASTIÀN/MADRID
Un «gesto» tan simple como condenar la violencia podría llevar a Batasuna a las próximas elecciones de mayo de 2007. Así ve la situación de la formación ilegalizada el presidente del PP, Mariano Rajoy, que aseveró que el único «gesto» aceptable para volver a ver a Batasuna en los ayuntamientos es un comunicado de ETA en el que anuncie su disolución. Mientras, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reiteraba que el Gobierno sigue «comprometido con la paz» y está dispuesto a «dar pasos para que «estén todos», pero que «no dará un sólo paso mientras subsista la violencia».

Rajoy se refirió a la manifestación de Navarra, en la que participaron «miles de personas» que, de una manera «serena, cívica y democrática» defendieron su identidad de «navarros y españoles» desde el «sentimiento y el corazón», exigieron «respeto» para sus ideas y advirtieron que no están dispuestos a ser «moneda de cambio de nada».

Según dijo, el Partido Popular respaldará estas demandas mientras el Gobierno de Zapatero «se aleja de la gente y de los españoles» por haber optado por «hacer oídos sordos a lo que dice la calle». «España será lo que digan los españoles y contra el terrorismo hay que luchar y derrotarlo, y no pactar ni pagar precios políticos», sentenció, añadiendo que «han perdido el talante, si alguna vez lo tuvieron y deben rectificar».

Rajoy dio por ciertas las afirmaciones del alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, que minutos antes había afirmado que los socialistas sólo esperan «un gesto» de Batasuna para permitir que se presente a las elecciones. Según él, el único «gesto» que puede tener cabida es que ETA presente un comunicado «unilateral» en el que manifieste su voluntad de disolverse, dado que la vida y la libertad son derechos inherentes y «no hay pagos por ellos».