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El Ministerio de Interior, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, pedirá a las compañías, empresas de transportes y transportistas, a partir de hoy y por adelantado, los datos de todos los pasajeros que viajen o hagan escala en España desde cualquier punto de fuera del espacio Schengen. En caso de no facilitar los datos o falsificarlos, los responsables deberán pagar multas de entre 6.001 y 60.000 euros.

La medida se empezó a aplicar en Estados Unidos tras los atentados del 11-S. En España, fue el entonces ministro del Interior, José Antonio Alonso, el que la promovió en la Unión Europea, a raíz del atentado del 11-M. El fin de esta medida sería mejorar el control de las fronteras en materia de lucha antiterrorista. Pero ya antes, en 2003, el Gobierno español la incorporó a la Ley de Extranjería con el fin de luchar contra la inmigración irregular.

El Ministerio del Interior aseguró que comenzará los controles a partir de hoy, convirtiéndose así en el primer país de la UE que pone la medida en marcha. Un instrumento que facilitará a la Policía y la Guardia Civil el control de las fronteras y la lucha contra el terrorismo. De esta forma, las compañías, empresas de transportes y transportistas que realicen rutas marítimas, aéreas o terrestres hacia España desde fuera del espacio Schengen -en el que se hayan la mayoría de los países de la UE- deberán remitir a la Secretaría de Estado de Seguridad los datos de sus pasajeros inmediatamente después de embarcar.